Mujeres EAE: 12 medidas para conseguir una igualdad real y efectiva.
15 de Marzo de 2021
15 de Marzo de 2021
En 1975, la Organización de Naciones Unidas (ONU) decretó el 8 de marzo como Día Internacional de la Mujer. Dos años más tarde, el entonces Secretario General, Kurt Waldheim, invitó a los países miembros a proclamar ese día como el Día de los Derechos de las Mujeres y la Paz Mundial. La ONU oficializaba así las marchas y actividades que se habían ido extendiendo por diferentes partes del planeta desde 1909, año en el que 20.000 trabajadoras de la industria textil tomaron las calles de Nueva York para protestar por sus condiciones de trabajo.
Estas mujeres trabajaban en jornadas de hasta 75 horas semanales,por tres o cuatro dólares diarios, cuatro veces menos que los hombres. Las agujas y los hilos corrían de su parte y también las reparaciones de las máquinas con las que trabajaban. Debían pedir permiso para ir al baño y cosían encerradas bajo llave con el pretexto de evitar robos. Esta última práctica se prohibiría en 1911, después de que se provocara un incendio en la planta de otra fábrica neoyorquina en la que estaban trabajando 146 empleados, de los cuales 123 eran mujeres.
Muchas cosas han cambiado desde que aquellas mujeres iniciaron la llamada Huelga de las Camiseras, considerada por los historiadores como el origen del Día Internacional de la Mujer. Hoy, continuamos recorriendo el camino hacia un futuro donde la igualdad de oportunidades sea una realidad inquebrantable.
En 2019, bajo la presidencia de Georgieva, el Banco Mundial publicó Mujer, Empresa y el Derecho 2019: Una Década de Reformas, un estudio que analiza los diversos hitos en la vida laboral de una mujer, desde su primer empleo hasta su jubilación, así como las protecciones legales asociadas con cada una de estas etapas. Los datos abarcan un período de 10 años, en el cual 187 países reciben una puntuación en función de ocho indicadores.
Actualmente, seis países —Bélgica, Dinamarca, Francia, Letonia, Luxemburgo y Suecia— han obtenido la puntuación perfecta de 100 puntos, lo cual significa que reconocen a mujeres y hombres los mismos derechos legales en las áreas examinadas.
La igualdad de género es un tema que nos incumbe a todos. Por eso, debemos aportar, trabajar y esforzarnos por construir un futuro más equitativo y sostenible. EAE Women Initiative nace con ese objetivo. EAE WI es un ecosistema de aprendizaje, conocimiento y formación que nace alrededor de la comunidad EAE, que busca impulsar el desarrollo continuo y profesional de las mujeres y cuyo objetivo es generar un impacto positivo en el mundo.
Una iniciativa en la que se han volcado mujeres que forman parte de la comunidad de EAE aportando sus ideas, medidas, insights y, sobre todo, su esfuerzo por hacerlo posible. Hemos tenido el placer de reunirnos con las 12 mujeres que protagonizan el emotivo video de EAE Women Initiative para debatir y aprender acerca de cuestiones de género en el mundo empresarial. A través de sus opiniones, insights y participación, hemos extraído 12 medidas concretas que deberían adoptarse desde las empresas privadas y las administraciones públicas para garantizar una realidad laboral más igualitaria y sostenible. Desde las más inmediatas, a medidas que ayuden a erradicar la desigualdad desde el origen, conoce las 12 medidas y las 12 mujeres detrás de ellas.
“Por un lado, las administraciones públicas deben trabajar para garantizar y velar por el cumplimiento de la igualdad salarial en puestos de mismo nivel sin importar el género al que pertenezcas. Y por otro, en las empresas, debe existir una apertura e igualdad de oportunidades y acceso a puestos de trabajo de todos los niveles”.
“En aras de poder alcanzar la paridad en el mundo laboral, tanto a nivel cuantitativo como cualitativo, creo que sería interesante poder implantar en toda empresa, organismo e institución, la obligación de que haya el mismo porcentaje de hombres y mujeres, ya sea en cargos de técnico, middle management, management y directivo.”.
“Solemos asociar las carreras más técnicas al género masculino, pero la realidad es que el mercado laboral demanda con más frecuencia perfiles científicos que se ajustan perfectamente al perfil de la mujer, no solo en calidad académica, sino también en el desempeño de roles asociados”.
“Se deben revisar los sueldos y ajustarlos para cerrar la brecha. Es una decisión relativamente fácil. También es necesario tener más mujeres en posiciones de liderazgo, promoviendo y contratando. Más mujeres en Comités de Dirección y en Consejos de Administración. Y, por último, invertir en talleres de concientización sobre la desigualdad de género. Hay mucha falta de conocimiento. La educación es clave para cambiar la cultura que sostiene la desigualdad.”
“Fomentar planes e iniciativas que refuercen las habilidades necesarias y apoyen el talento de las mujeres que, en un determinado momento de su carrera, renuncian o se plantean renunciar a progresar hacia posiciones de mayor responsabilidad.”
“Hay que aplicar la Ley de Paridad. A pesar de ya exista esta ley en nuestro país (España) y de que el Tribunal Constitucional confirmara que no hay discriminación de hombres respecto a mujeres, sino equilibrio entre sexos, todavía las mujeres justificamos nuestro pensamiento y reclamo: un entorno laboral y social donde hombres y mujeres desempeñemos las mismas funciones con las mismas oportunidades, en entornos sostenibles y honestos. Si deseamos esa ‘igualdad’, es fundamental y necesario seguir construyendo este cambio estando unidos hombres y mujeres”.
“Las administraciones públicas tienen que impregnar las enseñanzas obligatorias con talleres, charlas, eventos que den alas a las nuevas generaciones de mujeres. Desde niñas, nos cuesta expresar lo que se nos da bien, en qué somos buenas o en qué somos mejores que otra persona en determinada materia. Trabajar la autoestima y las habilidades comunicativas es fundamental.”
“Se trata de implementar un cambio cultural y favorecer un cambio de mentalidad por el que las propias mujeres no acepten determinados prejuicios o papeles sociales que se les atribuyen. Para lograr la igualdad de género, hay que sembrar un cambio de actitud”.
“Tanto empresas como administraciones públicas deberían implementar proyectos internos de formación y sensibilización hacia la igualdad de género y la involucración de la mujer en el ámbito laboral. Hace falta más concienciación por parte tanto de mujeres como de hombres sobre las discriminaciones que siguen existiendo, en particular en el ámbito laboral, y que tenemos interiorizadas y normalizadas.”
“Los datos son un reflejo de una educación que enseña roles distintos a mujeres y hombres. Mientras que a los niños se les enseña que deben ser líderes y valientes, a las niñas que deben ser tiernas y cuidadoras. Esto tiene un impacto directo en las carreras profesionales que elegimos. Los cargos de liderazgo, que exigen asertividad, muchas veces son incompatibles con la delicadeza que deben presentar las mujeres. Además, estos estereotipos nos acompañan durante tanto tiempo que nos cuesta percibir lo que está mal. Por esto, las empresas y el estado deben invertir mucho esfuerzo en reparar esa idea errónea.”
“La Unión Europea ha marcado el objetivo independiente en la igualdad de género para la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible. Ese objetivo principal es eliminar la brecha salarial. Los sub-objetivos están relacionados en eliminar la violencia contra las mujeres, reconocer el cuidado no remunerado y el trabajo doméstico, el acceso universal a la salud sexual y reproductiva y los derechos reproductivos de la mujer. Creo que las empresas y, sobre todo, el Estado deben focalizarse en lograr estos objetivos.”.
“Facilitar la conciliación. Promover medidas de flexibilidad en el ámbito profesional para facilitar la adaptación del trabajo a las circunstancias personales de las mujeres. Esto permitiría que muchas mujeres pudieran compatibilizar mejor su carrera profesional con su vida personal y familiar, sin que ninguno de los dos ámbitos se viera perjudicado.”.
Estamos ante un reto que nos involucra como sociedad y en la que todas y cada una de las personas que la conformamos tenemos un rol importante que desempeñar. Un desafío que requiere un compromiso real de todos y que empieza por reconocer que, como afirma Kristalina Georgieva, directora general del Banco Mundial, “si las mujeres tuvieran igualdad de oportunidades para desarrollar todo su potencial, el mundo no solo sería más justo, sino también más próspero”.