11 pasos para presentar un proyecto deportivo de forma exitosa
17 de Junio de 2020
17 de Junio de 2020
La presentación de un proyecto deportivo requiere de una serie de pasos para que tengas posibilidades de éxito. La gestión deportiva conlleva el liderazgo y administración en el tiempo de multitud de proyectos, de mayor o menor envergadura, hasta la consecución de sus objetivos.
Cualquier proyecto que plantees ha de contar con una presentación por escrito. El objetivo de un proyecto de estas características suele ser llamar la atención de instituciones públicas o posibles inversores. Con lo cual, detallar por escrito en qué consiste el proyecto es una tarea imprescindible.
Lo que sucede es que, en muchas ocasiones, se desconoce cuál sería la metodología a seguir. Mucha gente que viene del deporte amateur no sabe realizar correctamente la transición a la profesionalidad. Y eso, por desgracia, suele crear problemas.
Los pasos para realizar este planteamiento del proyecto por escrito serían:
1. Descripción del proyecto
Lo primero que hay que hacer constar es una descripción del proyecto y explicar en qué consiste. Como norma general, la explicación debe ser breve y concisa. Vas a tener espacio en otros apartados para extenderte más si así lo necesitas. La idea es que quien lea o escuche la presentación tenga bien claro lo que quieres hacer.
2. Motivación
La motivación es otro de los aspectos centrales que has de incluir en tu proyecto. No en vano, el "para qué" es fundamental para identificar posibles oportunidades. Esto sirve si tu motivación principal es la de negocio, pero también, si el proyecto no tiene ánimo de lucro. Al fin y al cabo, un proyecto deportivo es la obra de varias personas que cooperan.
3. Público objetivo
Identificar cuál va a ser el target al que te dirigirás es otro de los aspectos irrenunciables al presentar tu proyecto. Esto se aplica tanto para el público como para los socios o posibles patrocinadores.
4. Ubicación
Determinar la ubicación donde se desarrollará el proyecto es imprescindible. Si es un proyecto deportivo online, deberemos indicar las plataformas a las que va destinado, y si se trata de un proyecto físico, será necesario definir el espacio en el que se desarrollará el proyecto.
Para tener una idea más clara, supongamos que nuestro proyecto deportivo es un evento: el lugar de celebración es el elemento que tendríamos en cuenta si se trata de un evento presencial. Sería bueno, además, que este argumento fuese debidamente motivado. Esto te permitirá ahorrarte problemas a medio plazo. Además, hay que tener en cuenta que esto supone, en ocasiones, la solicitud de permisos a las administraciones.
En el caso de que la celebración sea en múltiples sedes o por vías virtuales, también se debería incluir esta información, para poder hacer cálculos realistas.
5. Objetivos
Todo proyecto tiene una meta que debe quedar clara desde los estadios más iniciales, antes incluso de la presentación por escrito. Este punto puede confundirse, en ocasiones, con la motivación, aunque son diferentes. Los objetivos son concretos, medibles, y determinan el éxito o el fracaso de un proyecto.
Muchas veces, hay una cierta ambigüedad en la definición del objetivo. Si quieres que tus posibilidades de convencer a otros aumenten, esta cuestión ha de quedar lo suficientemente clara.
6. Organización
Los proyectos deportivos están sujetos a una determinada organización. Esto implica, pues, que deberías hacer constar quién va a gestionar el proyecto, incluyendo un organigrama directivo o unas personas comisionadas. Es evidente que, cuanto mayor sea la complejidad del proyecto, mayor será el grado de detalle necesario.
No tengas miedo en ser exhaustivo en este aspecto. La mayoría de las personas que se van a comprometer quieren comprobar claridad de ideas. Si presentas un plan organizativo coherente y bien estructurado, aumentarán tus probabilidades de convencer a otros y tener éxito.
7. Timing
El timing del proyecto deportivo es otra de las cuestiones relevantes. Para poner en marcha cualquier proyecto, es fundamental tener unos plazos. Solo así podremos saber si vamos alcanzando los objetivos en el tiempo que nos habíamos marcado previamente. Si el proyecto es una empresa con vocación de permanencia, tendrás que indicar unos plazos para iniciar su funcionamiento, otros para empezar a facturar, etc.
8. Presupuesto
Los proyectos tienen que contar con un presupuesto de ejecución. No tendría ningún sentido la presentación si no se supiese o no se tuviese una idea aproximada de lo que se va a gastar. En consecuencia, hay que señalar cuál es el objetivo y, también, las fuentes de financiación.
Si se busca ganar dinero a corto plazo, habría que hacer, también, una estimación de beneficios. En este caso, se utilizaría la metodología de un Business Plan convencional.
9. Estrategia de medios
La estrategia de medios de comunicación es fundamental para cualquier proyecto de negocio. Es bueno indicar cómo se va a enviar la información y a qué medios de comunicación se pretende llegar. Por supuesto, también conviene hacer referencia a los medios digitales y a la difusión online.
Hay proyectos deportivos en los que la política de medios de comunicación puede generar ingresos. En ese caso, es conveniente indicar cómo se pretende monetizar esta estrategia.
10. Seguridad
La seguridad es un aspecto irrenunciable en cualquier proyecto deportivo que conciba una afluencia masiva. Si nuestro proyecto deportivo es, por ejemplo, un evento esta cuestión tiene que realizarse de dos maneras. En primer lugar, mediante una política de accesos y evacuación coherente que evite incidentes y aglomeraciones. Por otra parte, indicando cuáles van a ser los medios sanitarios disponibles en caso de que nos encontremos ante una situación que los precise.
11. Reevaluación
La presentación de cualquier proyecto a medio plazo ha de incluir supuestos de reevaluación, ya que pueden surgir infinidad de problemas y contratiempos que has de saber solventar sobre la marcha. El protocolo de actuación en estos casos deberá quedar definido en la presentación, y esta debe contemplar el tipo de acciones que se llevarán a cabo, los encargados sobre los que recaerá la responsabilidad de realizarlas, y el timing.